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 | |  Nuevo motín en la cárcel de Santa Ana: secuestran a 40 familiares y 3 vigilantes | |
CORDERO ESTADO TACHIRA VENEZUELA
REGIONALES: SUCESOS
Vie 17 Ago 2012 [8:56 AM]
A uno de los tres vigilantes lo mantuvieron sentado los secuestradores en la azotea del CPO II, con una aparente sábana.(Foto: Jorge Castellanos)
A una situación de rehenes fueron sometidos este jueves al menos unos 40 familiares de reos y tres vigilantes penitenciarios, retenidos en el interior del llamado CPO II, un nuevo anexo del recinto carcelario de Santa Ana del Táchira.
La situación irregular se inició a las 10:30 de la mañana, cuando unos 15 internos se amotinaron, sometieron a los familiares que estaban de visita y desarmaron a los funcionarios adscritos al Ministerio de Asuntos Penitenciarios, una femenina y dos masculinos, para luego declararse en protesta.
El amotinamiento se debió a que los reclusos argumentaban no haberse adecuado a la convivencia con el resto de la población del centro carcelario, adicionalmente a que por la distancia geográfica se les dificultaba a los familiares visitarlos, pues la mayoría son naturales del Distrito Capital.
Se dijo de manera extraoficial, pues no hubo una vocería autorizada que aclarara lo que sucedía, que mientras unos se mantuvieron en la parte interna, en la sala de visitas con los rehenes, otros subieron a la azotea, exigiendo el traslado de siete de ellos a distintas cárceles del país, de donde los habían traído recientemente, apenas hace dos meses y medio.
Al parecer, muy contrariamente a los que ocurre cuando un grupo de familiares se autosecuestran en un recinto penitenciario para apoyar la exigencia específica de los privados de libertad, en esta oportunidad la retención fue contra la voluntad, toda vez que los amotinados son foráneos y no tienen vínculos familiares en el Táchira.
Tras conocerse la situación de rehenes, las autoridades del penal inmediatamente notificaron a Caracas tal eventualidad y se supone que iniciaron las negociaciones, y por ende lo más factible, los trámites de los traslados que exigían, que podrían darse este viernes, una vez hayan dejado en libertad a los rehenes.
Al enterarse de la rebelión de los presos, varios familiares de reclusos se trasladaron al penal para conocer la verdadera situación.
(Foto: Jorge Castellanos)
Aunque a media tarde de este jueves el conflicto se mantenía, se dijo que había un tensa calma, por cuanto no hubo uso de la fuerza o violencia por parte de los amotinados, pero sí se logró observar al menos a uno de los custodios retenidos, cuando los internos lo tenían sentado en la azotea, atado como con una especie de sábana.
Familiares preocupados
Un grupo reducido de familiares de los internos se aglomeró a las puertas del penal, pues la primera información que les llegó daba cuenta que el conflicto era en las antiguas instalaciones y que, además, habían escuchado disparos.
Al percatarse que la situación se presentaba en el nuevo anexo, el cual está en funcionamiento desde hace pocos meses y destinado estrictamente a los reclusos penados, uniformados de amarillo, los familiares sintieron cierta tranquilidad, en virtud de que desestimaran que allí pudiera originarse un enfrentamiento en el que alguno de sus seres queridos saliera lastimado.
Pero, igualmente, aprovecharon para denunciar que en el CPO II los internos “se ven obligados a consumir alimentos en mal estado; la visita familiar se les permite una vez al mes, y prohíben el ingreso de alimentos por parte de los familiares”.
Una chica, quien no se quiso identificar, dijo que su esposo estaba en ese anexo. Criticó el hecho de que su pareja tuviera que comer alimentos descompuestos, entre otras supuestas irregularidades.
“Y no solo eso de la comida dañada, que se las pasan por una hendija. Tampoco les permiten que los familiares les lleven comida, y cuando dan permiso, estrujan los alimentos para ver si llevan adentro algo prohibido; así se los tienen que comer, en pedacitos”, aseguró.
Otra dama, que se identificó solo como “Yajaira” y cuyo padre esta recluido en el llamado CPO II, es decir, también está penado, denunció que además de que solo le permiten la visita una vez al mes, la autorización es para el ingreso de una sola persona.
“Ellos tienen familia, esposa, hijos, padres, y no es justo que los traten de esta manera; porque si alguien está pagando una condena, su único consuelo es poder ver a sus seres queridos. Hace pocos días no había agua, y les dieron a cada reo cinco litros para toda la semana, con eso debían cepillarse los dientes, afeitarse y bañarse”, dijo la muchacha.
VIA: DIARIO LA NACION | |
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Dom 25 Ago 2019, 1:29 am por 
